lunes, marzo 07, 2011

Lo femenino en la literatura potosina (3)

Amparo Dávila es una escritora zacatecana que estuvo avecindada en San Luis Potosí. Se le reconoce más como cuentista, pero el escritor Jesús Olague nos da a conocer que durante su estancia en tierras potosinas Dávila publicó tres poemarios, Salmos bajo la luna (1950), Meditaciones a la orilla del sueño y Perfil de soledades (ambos de 1954). Por sus cuentos y los ambientes que logra recrear a Amparo Dávila se le ha considerado escritora “de literatura fantástica”, aunque más podría ser una escritura tejida sobre otras realidades, sobre una lectura interiorizada de lo que nos rodea.


Escribe Olague: “Para 1954, el año en que aparece Tiempo destrozado, esta indagación ya no puede entenderse como un recorrido por la vía de la iluminación. La idea de la revelación súbita, de que la plenitud del conocimiento puede alcanzarse además de nombrarse, implica la distorsión tradicional de las capacidades y las debilidades del lenguaje; más humilde, pero también más afilada y escéptica, Dávila opta por una vía de oscuridad: por dar un paso atrás en la búsqueda del sentido del mundo para intentar, desde más lejos, desde más abajo, entrever al menos la plenitud de lo que no comprendemos”.

* * * * *

Asunción Izquierdo de Albiñana es autora de Andréïda, el tercer sexo (Botas, México, 1938). La joven que da título a la novela “es un ser sorprendente, desconcertante […] como todo ser que ha roto un equilibrio, una continuidad, es el ser rebelde por excelencia. Desordenador de toda naturaleza humana”. Su pecado: buscar la liberación; su redención: la maternidad.

Cuando la protagonista se entrega a su amado la narradora dice: “sorprendida, Andréïda lo dejó hacer, sabía que era el póstumo homenaje a su virginidad […] Para el hombre, lo inalcanzado tiene un valor magnífico que jamás vuelve a otorgar a lo poseído, por mucha necesidad que sienta en conservarlo”.
En el orgasmo “no es el goce lo que le entreabre los labios en una mueca desesperada y le hace entrechocar los dientes en un temblor nervioso. No es alegría lo que estremece, a intervalos, sus finos miembros… es el dolor infinito, es la maldición hebrea, es la venganza de un Dios imposible”.

La vida con el hijo es el final feliz, inevitable, en el que influyó “la cobardía de la mano femenina que la plasmara en letras. Mano cobarde que, espantada de su audacia, se apresuró en alargarle la rehabilitación, la suprema redención a su heroína, dentro de una forma suave y rosada, destinada a estremecer al mundo con un débil vagido de infante”.

* * * * *
Otra protagonista inolvidable es Gabriela Infante, quien en un tiempo fue más conocida como La Generala, “un ángel glorioso”, una heroína de la guerra cristera que no mataba, “linda como una rosa”. El protagonista de la novela de Jesús Goytortúa y sus lectores la conocen aún más como Pensativa, quien vive con su propia corte de los milagros, ciegos, mancos, todos ex cristeros, en una hacienda “alejada del mundanal ruido”, según la expresión de la época.

Con una excelente historia de suspenso, personajes completos y complejos, en la que pesan por igual los actos heroicos y sanguinarios del gobierno y de las tropas cristeras, Pensativa ganó el premio Lanz Duret de 1944 y fue publicada en 1945. Aún se reedita bajo el sello de Editorial Porrúa. A diferencia de otras novelas de la época la protagonista es fuerte, el amor no es su destino anhelado y tiene un ascendente sobre todos los hombres de la región por su talento guerrero y su inteligencia. Pensativa “es tan reflexiva, tan seria, sin ser adusta […] Es altiva y parece altanera, pero tiene un corazón exquisito”.

La verdad y el pasado se van develando finamente en la trama, con un final que ha sido discutido con energía por sus lectoras, entre ellas mis alumnas, opiniones que como en la vida “real” van de lo que se quiere a lo que debería ser ante el amor y ante la vida.

* * * * *
Tita Valencia es una escritora que sabe transmitir el fuego eternizado en palabras. En “Urgente decir te amo” (1932-1942), publicado por El Colegio de San Luis (2007) nos lleva a los recuerdos de una pareja potosina, a sus cartas y sentimientos. Lupe, la protagonista de dicha historia de amor, fue hija del cerritense Rafael Nieto Compeán, de quien la historia local nos muestra que fue el gobernador que reconoció el derecho al voto de la mujer, pero del que poco se habla como poeta, pues fue autor a su vez de poemas dedicados a la mujer potosina.

La hija de Rafael Nieto, novia y esposa de Mario, un poeta, poeta ella misma, es pues la protagonista de Urgente decir te amo... Tita Valencia nos narra el encuentro y el matrimonio, la muerte, las palabras que surgen entre dos que se quieren. Lupe no es una mujer sumisa, que espera que llegue un príncipe azul. Ella escribió que se había refugiado en la hacienda La Joya de Luna no para descansar, sino para
estudiar mucho, saciar mi hambre y sed de conocimiento. No se me había permitido entrar a la universidad a pesar de mis altas calificaciones en el colegio belga. Prejuicios de aquellos tiempos. Por eso, en revancha, había huido al campo llevando conmigo varios volúmenes sobre ciencias, filosofía, arte… Entre ellos, el Zaratustra de Nietzche, La República de Platón, lo más que pude historia universal [...] Ni entonces ni nunca he flaqueado. Mi pasión por el saber ha sido una especie de guía innata en mí.

En la lectura narración de Tita Valencia hay reconocimiento de la comunión que representa la maternidad, pero no es como en el caso de Asunción Izquierdo una redención. Así, tras de que Lupe le anuncia a Mario que van a tener un hijo, la narradora comenta: “Ellos, los enamorados y el fruto de sus vientres, han quedado enlazados irreversiblemente, ensartados e insertados en el futuro, ese cordón umbilical que tanto se parece a la soga del ahorcado y que es la historia”.

* * * * *

“¡Ah, mi libro, mi libro siempre abierto!/ Persigo la palabra/ y yo me encuentro dentro”, cantaba Juana Meléndez, maestra generosa de varias generaciones, quien dejó una obra importante que debe ser analizada por las nuevas generaciones de literatos, por la ciudad toda, igual que la obra de las mujeres de quienes hemos hablado, igual que la de Dolores Jiménez y Muro, Socorro Perea, Carmen Ayech, Olimpia Badillo o la de Anna Neumann.

Harían falta muchas horas y muchas páginas para hablar de todas. La más reciente publicación de Andrea Saldaña se titula Cuentos de genero-sidad, Gabriela dÁrbel nos habla de sus fantasmas, Laura Elena González nos ha dado una Ciudad sin puertas , Socorro Venegas La noche será negra y blanca, y Jeanne Karen el Canto de una mujer en tierra. Hay voces que arrancan apenas pero que habrá que añadir a la lista de imprescindibles en un año o más, o mañana. Sí, faltan muchas, pero la historia debe construirse con muchas voces. Y nos debemos como sociedad la historia de las artistas plásticas, de las músicas, de las dramaturgas y actrices, de las cantantes.

En la Huasteca, mujeres como Cesiah Gallegos o María Rufina Trejo Jasso hacen su trabajo creador como parte del grupo cultural independiente Donde Nace la Palabra, mediante lecturas, talleres y publicaciones. En Rioverde hay gente deseosa de aprender los vericuetos de la escritura y lo mismo pasa en chos municipios. No es la capital del estado, ni el estado.

En fin, concluyamos, por ahora, con que, como propone Ute Frevert (en cita de Paatz) “sólo cuando se haya llegado a condiciones de igualdad social en todos los niveles, tanto en el trabajo como en la familia, para todos los sectores de la población, la diferencia biológica de los sexos podría resultar productiva, sin que sea factible el mal uso de la misma". Ojalá que los libros no se queden sin abrir, que las calles tengan nombres vivos, que el diálogo entre hombres y mujeres fructifique en un coro de poesía y reconocimiento mutuos, aquí y en donde nos encontremos.

Lo femenino en la literatura potosina (1)
Lo femenino en la literatura potosina (2)

2 comentarios:

  1. Estimado Alexandro, gracias por la mención y por aquello de "escritor", ¿qué te tomas?

    He leído con interés las tres entregas de la serie, muy buena por cierto, y me da gusto confirmar la importancia de la mujer en la literatura potosina, justo ahora que estoy releyendo Cuentos Potosinos, en donde es posible encontrar cuentos deliciosos escritos por mujeres como Nuria Armengol, Irma Dávalos, Angélica Cortázar y otras, además de las ya mencionadas por tí, muchas de las cuales no había tenido oportunidad de leer anteriormente.

    Sobre el segundo párrafo, honor a quien honor merece, de la cita debe darse el crédito a Alberto Chimal por su texto <a href="http://www.lashistorias.com.mx/index.php/archivo/sobre-amparo-davila-la-via-del-oscurecimiento/>Sobre Amparo Dávila: la vía del oscurecimiento</a>.

    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  2. Sí tomé apuntes hace un año y unos días. A quien más recuerdo a es a Tita Valencia, cuando se fue al campo a leyer y leyer; a Marta de Rentería que se fue al cielo y a las hermanas que les gustaba andar en Bici y eran un escándalo. Eso como anécdotas, pues de la huella e influencia agridulce que me dejó el conocerlas es indescriptible aún.
    Ahora, nos escribe también sobre mujeres creadoras que están vivas, más que vivas, gracias a ellas ya usted.

    ResponderBorrar