sábado, febrero 18, 2017

El viento

Ayer mi madre quería ir a entregar unos papeles al ISSSTE, en su calidad de jubilada. La convencí de que fuera el próximo lunes, pues por las constantes y nunca acabadas obras de "reconstrucción" en el centro de la ciudad y por el viento que se desató sería una odisea caótica. Escila y Caridbis se aparecen constantemente en una ciudad que parece cada vez más en estado de sitio. A los pocos minutos leímos que estaban desalojando el edificio Puga, donde están esas oficinas a las que iba, por cimbrarse ante los embates de Eolo. Oh, milagros de la procrastinación. No sé si lo predijeron los Simpson, como casi todo. Pero sí lo hizo Pessoa:

El viento, el viento alto
Fernando Pessoa

El viento, alto en su elemento
Me hace más solo —no me estoy
lamentando, él se tiene que lamentar.

Es un sonido abstracto, insondable
venido del elusivo fin del mundo.
Profundo es su significado.

Me habla el todo inexistente en él,
cómo la virtud no es un escudo, y
cómo la mejor es estar en silencio.

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