viernes, abril 27, 2012

El ahorro del lenguaje en Olimpotosí - Romina Cazón

Cortesía: revista El Humo
El autor nos trae un trabajo cuyo rasgo principal es la brevedad del contenido.

La brevedad como género se puso de moda en el siglo XX, en los 70. Por ejemplo Philip Stevick con Anticuento hace algo parecido a Roque. El ahorro del lenguaje es extremo. Por supuesto nada comparado a Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, del guatemalteco Augusto Monterroso. Julio Torri es un instaurador de la ficción mínima en México. Y muchos más como Arreola, Borges, Cortázar en América Latina.

En este libro Alexandro Roque aborda muy bien al género en cuestión, los títulos de cada uno de sus microrelatos son un punto de partida para la narración. Lo que favorece a la información que requiere el lector. Otro punto es que usa elementos que le son familiares, me refiero a personajes desde Lázaro, Goethe, Eco, Borges, etc. Esto otorga una rápida lectura y no sólo eso, una rápida comprensión. Sin embargo, al desenlace le es sucedido por el trabajo visual que hace el propio Roque con el fin de dar soporte.

Olimpotosí tiene una temática lúdica, de fácil acercamiento. En Minotauro (1) Roque hace un desdoblamiento; cito: Desde que entré al laberinto me siento minotauro: ando medio guey. El personaje mitólogo pasa a tener una condición actual, adjetivo que se usa para no llamar a la persona por su nombre, obviamente un fenómeno aprendido. Y muy mexicano. Este desdoblamiento es recurrente para Alexandro en todo su libro que además de estos recursos y atributos tiene el ejercicio creativo a la vista, es decir, siempre tiene algo que importante que acotar. Roque interviene brevemente, pero a su vez, lo hace de manera precisa, con las palabras justas. En Matemáticas, dice: Su mujer era muy equis. Lo condenaron por despejarla de su ecuación. Fue entonces que se sintió muy tranquilo: en la cárcel ya no habría incógnitas. Allí no necesita decir más, su final es claro. Alexandro sabe que el ahorro del lenguaje es necesario.

El libro tiene un lenguaje coloquial, cito: Anda Jorge, ven que te espero. Te imaginaba más viejo pero eres aún maduro, luces muy bien. En este sentido Alexandro se muestra relajado, permisivo y cotidiano. Solo se deja fluir. En realidad Olimptosí como un todo, es un fluido con sentido y con un destino, que somos nosotros.

Querétaro, Qro., 27 de abril de 2012

No hay comentarios.:

Publicar un comentario